Haber. Yo me quejo. Sí. Lo reconozco. Pero una vez que lo hago trato de olvidarme y recordar que estoy viva. Y que eso ya es mucho.
Es colapsante escuchar tantas quejas de gente que conozco - y que es de acá- sobre esta ciudad: Santiago.
Es que la cagó. Que “esta ciudad de mierda”, “odio a la gente” “y santiasco” y “que este país”- generalizando como si fuera Chile, pero buee es otro tema ese-.
De hecho más de alguna vez yo misma lo he dicho. Pero siempre trato de sacarme esas ideas y pensar que es una ciudad con muchas cosas buenas, aparte de las malas.
Sí buenas. Es sólo un poquito de esfuerzo. Pero ni siquiera lo intentan...
Me da pena que no rescaten nada. Y no miren los cerros, la cordillera y hasta el río Mapocho de otra forma. Que no valoren lo imperfecto y comparen con cosas incomparables todo lo de acá…
Gente que se llena la boca con que allá arriba, en el viejo continente es mucho mejor que esta capital tercermundista… que es belleza y cultura y gran arquitectura.
Sí, bacán, pero pucha, mi papá (lindo y sabio!!) sabe apreciar todo eso pero tb. sabe decir lo que nadie dice después de viajar a esos lugares.
Que aparte de los lugares preciosos, hay tb. unos ríos muy hediondos y de un color indescriptiblemente asqueroso. Que hay muchos tacos de autos, que los museos estan llenos la mayor parte del tiempo, que no se podía ver muy bien ni tanto detalle de las pinturas ni nada y etcéteras varios.
O sea, como TODO no más. Así que na’ de jaguares de Latinoamérica.
¿Por qué tendríamos que ser iguales que ellos si NO LO SOMOS?
Me da rabia que en el metro vayan todos con cara de orto y no se queden pegados mirando lo bacán y limpio que es (comparado con el de Buenos Aires, que es lindo tb. pero con mucha basura). Y que si uno de repente mira alrededor puede encontrarse con gente que va leyendo el libro que te gusta, o una carita de un niño mirándote, o escuchar a alguien que está cantando, bajito una canción que te gusta…Además de las miradas que dicen más que palabras…
Si hasta cuando va lleno hay por que reírse: es cosa de mirar todas las increíbles caras que ponen cuando van apretados - e imaginarse cual tendrá uno-. O escuchar como el gallo del metro se equivoca y en vez de Estación Baquedano dice Manuel Montt. O soy yo la única que me da risa de que nadie se sonría por lo menos con eso?…
Me da lata que la gente apenas viene un feriado ESCAPE de Santiago y se vuelva literalmente loca – en los terminales sobre todo- (bueno, yo viajo por razones obvias)
Muy poca gente camina. Todo es “el medio pique”. Sí, hay veces que sí, pero CLARAMENTE, hay veces que es mejor caminar, sobre todo con el buen tiempo que hay… y poder regodearse para donde salir, o ir a comer o tomar café o ir a un pub… hay muchas partes piolas, buenas, bonitas y hasta baratas.
Cuando llueve o hay viento…. Mierda es el fin del mundo, todos a sus casas y vamos a morir y bla. Cuando son unas chispitas míseras y que hasta he disfrutado que caigan sobre mi cara alguna vez – y que me ha valido las miradas atónitas de seres bajo paraguas-.
Sí, las micros son odiables a veces –el color AMARILLO puaj no ayuda mucho-, pero hay choferes BUENA ONDA, AMABLES, QUE TE DAN BOLETO Y PARAN CUANDO LES PIDES QUE PAREN!! Sólo basta un hola y gracias. Si no los contesta, él se pierde la buena onda no más. Pero hay quienes sí lo son y la gente se pierde eso… por el maldito prejuicio.
- Ay pero allá en Conce debe ser toda la gente más relajada, me alegan.
Yo les digo: Sí, pero también están las mismas malas ondas, empujones en las calles, tacos a las seis, atochamientos de gente… etc.
Gente buena y mala COMO EN TODAS PARTES!
Pero siempre les tiene que quedar todo lo malo.
Y vamos echando culpa a la ciudad, al cemento y que el smog que no se puede respirar y ah me ahogo en esta ciudad y arggg…… ese mismo smog está casi al doble en Temuco y ellos se quejan tanto de su ciudad??
-Puta es que esta ciudad de mierrda no tiene mar!!, siguen alegando.
Sí, lindo tener mar, rico el clima y salir a caminar por la playa pero ..... no pidan peras al olmo....pucha tení cordillera, queda cerca el Cajón del Maipo (que nunca he ido) pero por lo que me han contado es muy lindo….
Y?? entonces
Sale el sol. Lindo bacán, fuerte pero soportable, alegría, poleras, faldas, lo máximo y…….
-Ah sol de mierrrda calor de mierda! y odio Santiago…
Toing!
No sé por qué la odian tanto. Ya bacán que se quejen y enchuchen y lo que sea. Por un rato. Pero hay otros temas, otras cosas por hacer, no sé, hasta dormir y comer es mejor cosa que seguir quejándose contra una ciudad que no tiene nada contra uno.
Pero eso parece que no les cabe en la cabeza a quienes sólo quieren ver lo que sus tercas mentes quieren ver. Y que ni si quiera se ponen a pensar que si se tuvieran que ir por x, y o z razón, la extrañarían.
Sí, porque a pesar de todo uno hace raíces. Como un arbolito. Y es extraña la sensación de alejarse del lugar de donde naciste.
Es como vivir sin raíces. Hoy puedo mandarme a cambiar cuando quiera a Conce. No tengo un solo lugar en donde estar. Pero como que ya formé otro mundito acá en Santiago también. Entonces estoy entre dos ciudades. Dos mundos.
Por eso a veces me siento en el aire. Pertenezco a dos partes. Y es incómodo. Porque siempre aprendo a querer todo. Hasta lo malo. Y pareciera que no tengo raíces.
¿Será por eso que evito quejarme tanto?
¿Será porque quisieran tener raíces en Santiago y no pueden, que la odian tanto?
Como que a veces pienso que las personas deberían ser nómades, sin raíces. Confiar en el rumbo. Agarrar pilchas y partir. Uno aprovecharía cada lugar y confiaría siempre en encontrar otro. Y seguir encontrando más.
Como era antes y todo era una aventura. Y habían tanto o más peligros que ahora. Y muchas cosas que perder. Y ganar con ello.
Pero el sedentarismo nos conquistó.
Soublette lo explicó. En una de sus tantas voladas.
¿Por qué se instaló el sedentarismo en las mentes del hombre y de la mujer?
Porque se perdió la confianza. En la madre tierra. En lo que lo y la rodeaba. Y comenzó la acumulación. De bienes. De inseguridades. Y al acumular pudimos mirar quien tiene qué cosas. Y quien tiene más y quien tiene menos.
Y nos olvidamos de poder encontrar siempre un nuevo lugar…
Pero en fin. Siendo y todo un poco nómade y un poco sedentaria hoy, insisto en no perder la confianza en lo que creo poder encontrar.
Y esa idea por lo menos, ha hecho un clic de duda a quienes les he preguntado ¿Por qué culpas tanto a Santiago?
Escuchando a
Fabulosos…
“En la vida no queremos sufrir, no no, no queremos sufrir,oh noooo queremos tocar el cieloooooooooo
…
Si te va mal no te ahorque el desaliento. Todo lo malo siempre trae algo bueno. Tarde o temprano nos llega la cuenta de todo lo que hacemos…” La Vida- F.Cadillacs