Esto no tiene nada que ver con guerra de sexos. Todo lo contrario.
- Amiga-: ¡(…), por qué son tan inseguros, los odio, son unos mamones, no saben lo que quieren!
-Yo-: Mmm, sí, yo tb. No los entiendo. No entiendo por qué hacen ciertas cosas si antes te habían prometido no hacerlo.
-Amiga-: Estoy chata. Me carga que me moleste y que se enoje porque le digo que esto no está resultando como quiero.
-Yo-: Pero lo mejor es hablarlo, digo. Después se presta pa confusiones.
-Amiga-: Sí, si sé.
La verdad por más que digan que son más evidentes, más adivinables, las actitudes de los hombres- que conozco y de otros de quienes he escuchado sus descripciones- sus decisiones aveces pueden chocar. (Ellos alegan lo mismo por las nuestras).
Dicen que aman a alguien. Que AMAN a esa persona y que no hay nadie que las reemplace. Pero al primer rechazo, pelea, conflicto, problema: eligen muy bien como alivianar tensiones y olvidar el mal rato que les provocó “su amada”: meterse con otra.
No sé si no usan bien esa palabra. Si no la entienden –como supongo lo entienden todos y todas-, o si simplemente sólo quieren joder. Literalmente.
Acabo de ver “Ojos bien Cerrados”. Máscaras, médicos, infidelidades, orgias, etc. En un pequeño análisis que escuché alguna vez de la película sin embargo, logré encontrar otro más craneado análisis de varios puntos del -o los- mensaje (s) subyacente (s) de la misma. En una escena: cuando Bill (Tom Cruise) después de haber escuchado a su esposa (Nicole Kidman) que había tenido fantasías sexuales con otro hombre, caminaba – con la típica y correspondiente rabia-impotencia y extrañeza de lo escuchado- se acercó a él una prostituta que lo invita a su departamento y él acepta. Una vez dentro, cuando ella lo besa, el encuadre enfoca a la mujer en primer plano y ocupando más de la mitad de la pantalla, disminuyendo la presencia del personaje de Cruise sólo a su perfil, casi fuera de campo.
Con esta escena, se quería representar el papel del hombre disminuido, su inseguridad frente a todo lo que hacía, a lo que sentía y sobre todo al plano sexual y correspondiente demostración de virilidad frente a las mujeres. Varios detalles: todas las veces que pedía o quería obtener algo de alguien, su salida era decir que era “médico”, lo cual era verdad. ¿Necesario decirlo?, no bastaban sus palabras al parecer. Su forma de decirlo. “Tanteando terreno”.
Machismo escondido en la cierta “libertad” que tienen -¿ciertos?- hombres para pensar y concretar los deseos sexuales, frente al casi invalidante sentimiento de culpa que viven - ¿ciertas?- mujeres con el sólo hecho de “pensar” en otro hombre, estando con uno ya.
-Amiga- : Puta, me siento culpable. No sé, me siento mal qué hago. Ni siquiera ha pasado nada. Estoy segura que esto ni se lo cuestionan ellos. Nada. Y uno se complica y trata de no echar a perder y aaaa no resulta al final nada. Puede que (…) no conteste, su estado es No Conectado.
Me pregunto… por qué será que por más que uno sepa que el amor no dura exactamente de la misma forma durante una relación y que se convierte en una mezcla rara de sentimientos, uno se complique tanto en tener que ¿aceptarlo? y además decírselo a la otra persona, con la cual uno puede sospechar qué siente pero NUNCA podrá tener certeza de ello…
Por qué a pesar de que actualmente casi las mujeres sean tan atrevidas con los hombres como lo son ellos con nosotras, quien ose de serlo frecuentemente, siga teniendo mala reputación – por más que digan que no es así- lo que por lo tanto frena lo que muchas desean, pero que no lo hacen, por lo mismo.
Porque si lo hicieran, la posibilidad de haber sido sólo un capricho para él crece. Y enorme será la culpa después. A pesar de que digan que “lo pasaron bien”. El miedo persiste. A ser sólo eso. Mientras el otro busca la “de verdad”.
Y en el extremo está “la de verdad”, que debe aguantar todo lo recorrido por él. Y que tiene que “guardar” lo que pensó – o que quizás sí realizó- para no “herir” susceptibilidades. Ni egos de virilidad. Porque al final podrían traumar la mente de ese pobre ser, que piensa que fue el único que se divirtió, pero que no soportaría que ella estuviera con él, pensando en si “el otro” lo hacía mejor.
Motivos por los cuales más de alguna vez nos hemos resignado a concluir, que en el azar-destino-fortuna-martirio o infelicidad, está a pesar de todo la respuesta. No hay dónde buscar, ni dónde encontrar. Porque el amor no parece estar tan de moda ni tan popular para llegar y ganar… el juego.
Por algo dicen que “persona” viene del griego y significa “máscara”. ¿Qué hay dentro de las “personas-máscaras”………………………………. entonces?