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ª\dRei+ª · .... dice:
oye el domingo dp del cumple de la F. nos pusimos a ver los videos del colegio
ª\dRei+ª .... dice:
nos reimos y lloramos mucho

…Este fin de semana fui al sur. Hace una semana había estado allá en las vacaciones de invierno que como supongo para todos se le hicieron cortas. Igual que a mi. Era el cumpleaños de una amiga. De la F. Y vi a mucha gente que no veía hace meses. A otros hace años.
Y ahora, conversando por emesene, nos acordamos de lo bien que lo pasamos. Me contó que después de que se tuvieron que ir - y que yo me quedé en el cumple :)-... en su casa se quedaron viendo el video de cuarto medio.

Igual sé que varia gente odia su colegio y todo lo que tenga que ver con ese lugar. Pero a mi eso no me identifica. Porque en ese lugar fue donde conocí a los amigos que hasta el día de hoy, son capaces de llamarme y hablar una hora sin importar la cuenta de teléfono -larga distancia sale caro no?- Esos amigos que a pesar de los más de 500 km, son capaces de cagarse de sueño, de calor de frío las seis horas de viaje en un bus.

Con ellos me pasa que a pesar de que puedan haber pasado años sin vernos, cuando nos encontramos es lo mismo. No hay esos silencios incómodos ni nada. La misma sensación de haber hablado ayer. Y de contarles que había hablado con Él en el pasillo de los casilleros. O que el “Chepo” había pillado en el “fumadero” a todos los de cuarto. O que para ensayar las obras de teatro podíamos faltar matemáticas. Contarles que nos cagamos de la risa cuando las “nenas” se corrieron para tomar sol en el pastito y ni se daban cuenta que los de la calle estaban con babero mirando desde el paradero de afuera…..

Y nada. Me vino la nostalgia. Porque acá no es lo mismo. No es mejor ni peor. Pero no es la misma sensación. Ni la misma experiencia. Y me da pena. Porque uno siempre idealiza todo lo pasado.

Esto dudo que lo lean mis amigos de allá. Porque no son muy asiduos a los compus ni nada. Pero creo que siempre se los digo. Y ellos también. Los quiero. Las quiero. Y las extraño cada vez que quiero salir a caminar sin tener que ir a un lugar específico.

Y extraño también sentarnos en la calle a indicar las ventanas de los pisos más altos con cara de sorpresa, para ver si a alguien que camina por la calle, taciturno lo sacamos de la rutina y lo hacemos mirar también… al caer en nuestra (falsa) curiosidad. Que extraño cuando íbamos a comer pizza hasta salir rodando (y con pizzas guardadas en la mochila). Extraño que después de carretear nos fuéramos como pudiéramos al Copec más cercano.

Extraño cuando en clases planeábamos las vacaciones en el sur (sur de Conce, osea Temuco, Pucón, Villarrica, Caburga, Valdivia..Chiloé…) y era ….. mayo. Extraño cuando en el recreo nos íbamos a sentar afuerita. A vitrinear y ver a los “grandes”. Extraño hasta el ramo en que vi buen cine por primera vez. Y extraño hasta algunas clases. De esas en que uno conocía el pasado del mundo…. Y esos profes copuchentos con que podíai conversar de todo. Menos del ramo.

Cinco años no es mucho. Pero han pasado tantas cosas. Y a la vez tan pocas.… Algunas trajeron nuevas vidas al mundo. Incluso hace dos días abracé a mi amiga y su pequeño ser que viene en camino. Le hice cariño en la guatita. Ella estaba preocupada por lo que se venía. Por el control que tenía hoy día. Pero estaba contenta. Igual que hoy día cuando me contó que le dijeron que era niñita y que se llamará Rafaela. La felicité pero igual la sentía un poquito angustiada.

Le quería decir una frase que tengo en el mail y que siempre me preguntan de quien es. Yo les contesto a quienes lo hacen, que no sé. Que simplemente la copié y la puse. Es cursi, pero en estos momentos me gusta que sea así.

“Con todas sus farsas y sueños rotos, este sigue siendo un mundo hermoso”.

Esa frase siempre rescata todo lo que pienso. Y lo que siento. Como cuando en el cole, tenía aquella perspectiva de la vida. Y como cuando ahora, tengo otra. En algunas cosas... parecida. Pero en otras no. Nunca igual.